Por qué nos va doler más pagar las colegiaturas

René Lankenau
4 min readMay 5, 2020

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Haciendo limpia en los cajones del clóset, me topé una docena de CDs de música. Qué tiempos aquellos, en donde teníamos que pagar unos $13 dólares para un disco con 12–15 canciones, de las cuales seguramente me gustaban 2 o 3.

La tienda de iTunes vino a ‘desagregar’ el album, y ahora con Spotify y Apple Music cambió por completo nuestra manera de consumir música.

Con la pandemia, muchas instituciones educativas corren el riesgo de ser ‘desagregadas’ — y esto cambiará por completo cómo visualizamos los servicios educativos.

Hasta ahora, cada mes que pago colegiaturas en realidad estoy pagando porque el colegio me ofrezca CINCO servicios diferentes:

  1. Formación académica, en el sentido que mis hijos deben aprender a leer, matemáticas, inglés, etc.
  2. Formación humana, porque el colegio debe jugar un rol de complemento para enseñar a mis hijos a vivir en comunidad y ser buenas personas.
  3. Certificación, debido a que al terminar el ciclo escolar, el colegio le ‘confirma’ a la sociedad que mis hijos acreditaron un determinado programa.
  4. Integración social, ya que es dentro de las instalaciones del colegio en donde mis hijos comenzarán a desarrollar amistades y relaciones con otras personas.
  5. Cuidado durante el día, porque sé que mientras mis hijos están en el colegio están en un espacio seguro y yo puedo destinar mi tiempo a otras actividades.

La relevancia de cada una de estas cinco funciones varía, dependiendo del momento en la vida del alumno. En un preescolar, probablemente las que tienen más peso son la 2 y la 5. En primaria y secundaria las cinco serán indispensables, y luego hacia preparatoria y secundaria la 5 debiera ser menos importante, y la 3 se hace más valiosa.

Ahora que los colegios están cerrados, la gran mayoría de éstos estarán aportándonos dos o tres funciones, en el mejor escenario. La función 1, y seguramente sin mucha calidad porque los mismos maestros están apenas aprendiendo cómo educar a distancia. La 3, pues porque no queda de otra y las autoridades lo permitirán, y todos nos volteamos un poquito para el otro lado. La 2, la 4 y la 5…siendo realistas, no hay mucho de esto — y poco probable que esto cambie pronto.

La estructura de costos de los colegios está creada con estos cinco servicios en mente. Tienen instalaciones en donde los niños pueden estar seguros. Muchos presumirán grupos chicos — pocos niños por maestro — porque en teoría esto hace que los puntos 1 y 2 sean de mayor calidad. Tendrán también prefectos de disciplina, maestros para deportes y clases extracurriculares, coordinadores de todo tipo, personal administrativo (ligado al punto 3), etc.

Lo anterior no significa que estoy reclamándole al colegio por seguirme cobrando este ciclo escolar. No le queda de otra: tiene compromisos, principalmente laborales, porque bajo circunstancia normales me estaría proporcionando CINCO servicios. Es mi responsabilidad reconocer esto, y si sigo pudiendo, cumplir con mi compromiso.

Pero hoy esta colegiatura ya no me proporciona los cinco servicios, y lo más probable que no vayamos a regresar al mismo esquema. Esto significa que la función de los colegios, como les pasó a los CDs, muy probablemente vaya a ser ‘desagregada’.

¿Qué puede llegar a suceder?

  1. Si todo mundo se pone a desarrollar programas educativos en línea — lo que implica en gran medida producir contenido (videos, gráficas, etc.) y aprender a interactuar con alumnos a distancia — muy probablemente se terminarán eliminando barreras tradicionales, y ahora podríamos tener más opciones educativas para nuestros hijos. ¿Porqué querré quedarme con el curso de matemáticas que da el profesor Pepito para los de 6 de primaria de tal colegio, cuando igual y puede tomar mejor la clase de Miss Marcela de ese otro colegio que me gusta mucho más? ¿Quizás tomar matemáticas de un colegio en Suecia? ¿Historia de un maestro muy famoso en la Ciudad de México? Creo que hay una gran oportunidad para maestros “rockstars” — quienes sean extraordinariamente buenos para educar, ahora podrían volverse una opción para muchos niños.
  2. Aquí puede haber otra oportunidad interesante, para quienes puedan rediseñar el concepto tradicional de certificación, que hasta ahora está prácticamente limitado a un alumno dentro de un colegio, cumpliendo un currículum. ¿Qué tal si nuevos modelos de certificación permitan construir tu propio currículum, considerando que al final todas las clases son en línea y no hay límites geográficos (e incluso los límites de precios sean menos importantes)?
  3. Y aún otra enorme oportunidad para quienes entiendan que a las familias nos seguirán haciendo mucha falta las funciones 2, 4 y 5. Quienes sean capaces de desarrollar propuestas de valor para cubrir estas necesidades, pero a distancia, podrán capturar mucho valor. Claro, el 5 es MUY difícil que funcione a distancia. Pero habrá que ver.

Si la necesidad de mantener los colegios físicamente cerrados se extiende por mucho tiempo más, sí imagino que los que sepan entender esta nueva realidad, y ajusten de fondo su modelo de negocio — incluyendo obviamente, su estructura de costos — podrían estar en una situación muy ventajosa.

Yo hoy no estoy dispuesto a pagar por un CD. Creo que muchos papás estaremos cada vez más tentados a considerar nuevas propuestas educativas para nuestros hijos — más coherentes con esta nueva realidad.

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